Ericsson Sindical

La apuesta de Ericsson España por los servicios es relativamente reciente y el crecimiento en este área está directamente relacionado con las adquisiciones derivadas de los contratos conseguidos. El siguiente paso anunciado trata de optimizar la organización resultante de estas adquisiciones, con su agrupación en una sola compañía con el propósito de reducir los costes e identificar posibles redundancias. Esta nueva empresa quedara enteramente a merced de la evolución del mercado y de las presiones financieras a las que Ericsson decida someterla.

Hace años que se habla del futuro de Ericsson en el área de los servicios, aunque Ericsson España no lo consideró vital cuando en 2002 el departamento de Instalaciones fue externalizado y rebautizado como Newtelco Networks, sufrió un ERE que, entre otras consecuencias supuso una reducción de 73 puestos de trabajo, y fue puesto a la venta, aunque no hubo comprador.

Ahora Ericsson España ha renovado su interés en el área de servicios con la consecución de importantes contratos y las adquisiciones de Enditel Ingeniería (Endesa), Newtelco O&M (Auna), Newtelco Services (Amena). Estas compañías, junto con Newtelco Networks y un buen trozo de la MU pretenden ser reunificadas en una nueva compañía de servicios, dejando en Ericsson España únicamente las unidades “host”, que no son el negocio de Ericsson España, y poco más.

Una empresa de servicios que, como ha declarado la dirección, debe de tener otra estructura de costes. La “competitividad” del sector de servicios no se basa ya en la optimización de los procesos productivos, sino en la pura reducción de costes.

Esto, en el caso de contratos de larga duración, como son los servicios de operación de redes de comunicaciones (Ej. 6 años O&M de la red de Amena), significa que la mejora continua se convierte en simple reducción continua de las condiciones laborales. Esto se plasma en la generalización de la flexibilidad laboral (temporal y funcional), descalificación de los puestos de trabajo y perdidas salariales y sociales para asegurar márgenes adecuados de beneficios.

Hasta que se prescinde completamente de los empleados por la subcontratación completa de todas las actividades.

La apuesta por la reunificación del área de servicios en una sola compañía dentro del grupo de Ericsson en España no oculta la búsqueda de la reducción de costes tras el eufemismo de “homogeneización” de las condiciones laborales. Las necesidades argumentadas no son en modo alguno especificas del área de servicios y la actual propuesta no es la solución más razonable.

La función asignada a la nueva compañía de servicios es mantener los ingresos en el mercado español e incrementar los beneficios resultantes mediante la reducción de costes y con una viabilidad claramente asociada a la evolución del mercado nacional. Pero esta nueva compañía se mantiene separada de su cliente Ericsson España que, subcontratando sus servicios en exclusiva, establecerá los costes deseados pudiendo alterar los resultados económicos de su filial para presionar sobre las condiciones de sus empleados e incluso para justificar futuras reducciones de plantilla.

Los Comités no vamos a aceptar esta nueva aventura de Ericsson y lucharemos por garantizar el futuro de los trabajadores mediante alternativas viables.

Ericsson esta recurriendo cada vez mas a las subcontrataciones para reducir los costes en todas sus áreas de actividad. En ocasiones estas subcontrataciones ocultan un simple prestamismo laboral. La subcontratación también se esta utilizando como mecanismo de transferencia de competencias. Ericsson España, en su proceso de desmantelamiento, busca la independencia de su fuerza laboral subcontratando todas las actividades posibles.

El termino subcontratación hace referencia a la situación por la que un empresario contrata con otro la realización de una obra o servicio correspondiente a la propia actividad (Art. 42 ET). La subcontratación masiva es el resultado del proceso de “externalización” por el que las empresas van dejando distintas parcelas productivas de su organización y competencia en manos de otras compañías subsidiarias para reducir costes. Este proceso busca además de la reducción de costes laborales, la dispersión de los centros de trabajo y externalizar riesgos eludiendo responsabilidades directas. Esta dinámica afecta sobre todo a la estabilidad, salarios, derechos y seguridad de los trabajadores, que acaban en el mejor caso, haciendo lo mismo pero en condiciones mucho peores.

Ericsson España ha desarrollado una amplia estrategia de externalización (ver cuadro resumen) que ha afectado a todas las actividades de producción y servicios internos. Pero además para desarrollar las actividades no externalizadas se ha recurrido ampliamente a la subcontratación.

Las compañías del área de servicios tienen niveles de subcontratación muy altos: NewTelco Networks 50 % de su plantilla, NewTelco Services el 75 %, NewTelco O&M el 60 % y Enditel el 60 %. Este volumen de subcontratación tiene su origen en la competitividad en el área de servicios, que esta más basada en la precarización laboral que en la optimización de procesos. A su vez estas compañías son contratas de la empresa matriz, Ericsson España, haciendo que el efecto sistémico de esta organización sea imponer un empeoramiento constante de las condiciones de trabajo tanto de la empresa contratista como de sus subcontratas. Esta dinámica tiene una primera fase centrada en la eliminación de las redundancias originadas por la anunciada integración en una única compañía de servicios que unidas a la presión de costes remitirán finalmente a una subcontratación masiva de las actividades a empresas fuera del grupo.

La situación de la subcontratación en la actual Ericsson España también tiene niveles importantes, representando el 20 % de su plantilla (unas 13 empresas y aproximadamente 376 personas). En las unidades host (GSDC e I+D) estas subcontratas están transfiriendo no solo responsabilidades sino también competencias a países con peores condiciones laborales a la espera de una deslocalización definitiva de estas actividades.

Otro efecto no desdeñable de esta subcontratación masiva es que disminuye la masa critica de trabajadores, dejando a los empleados de las organizaciones afectadas en una posición más débil para la defensa de sus derechos. Los niveles de subcontratación en Ericsson España representan un peligro inminente para la estabilidad y calidad del empleo por lo que hemos cursado una denuncia a Inspección de Trabajo que esperamos sirva para desenmascarar algunas irregularidades e incluso casos de cesión ilegal de trabajadores. Confiamos en vuestra colaboración para localizar nuevos casos de subcontratación y de transferencia de actividades para tomar las medidas oportunas.

La reorganización del área de Servicios es un paso más dentro de la estrategia de Ericsson para deslocalizar sus actividades de España. Los argumentos económicos, muy cuestionables, no ocultan la búsqueda de la precarización laboral y el debilitamiento de los colectivos resultantes para acometer nuevos procesos de recorte de plantilla comprometiendo lo menos posible el negocio de Ericsson en España. Los Comités no consideran justificada esta reorganización y creen que solo constituye una nueva medida para debilitar la posición de las compañías resultantes.

La deslocalización en sentido amplio incluye no ya solo el traslado de las actividades productivas a otras localizaciones geográficas sino también las externalizaciones con las cuales las empresas van dejando diversas parcelas en manos de otras compañías. El argumento utilizado en uno y otro caso es la competitividad inherente al actual modelo de globalización. Tras la segmentación de las actividades y procedimientos, hechos posible por las nuevas tecnologías, esta competitividad se consigue mediante la asignación de las actividades al mejor postor ya sea en otro país o en otras empresas.

Las deslocalizaciones buscan la reducción de los costes laborales, eludir regulaciones pactadas o burlar legislaciones con el único objetivo de la obtención de beneficios inmediatos. El resultado no puede ser otro que esa inestabilidad global que acaba degradando las condiciones de los trabajadores tanto en las empresas externalizadoras como en las receptoras de las actividades que siempre quedaran sujetas al chantaje de una nueva deslocalización en la búsqueda sistemática de mayores recortes sociales.

Ericsson España ha utilizado durante los últimos años todas las herramientas que ha tenido a su alcance para ir deslocalizando la mayoría de las actividades productivas en España, tanto en épocas de crecimiento económico como de recesión (ver cuadro resumen desde 1992). En este periodo se han externalizado todas las actividades de producción, servicios internos y se han reducido otras áreas. La actual presencia de Ericsson en España se sustenta sobre el hecho de que el mercado español es el cuarto del mundo contribuyendo con un 5% de las ventas del grupo (Q2-5 Ericsson Report, pag. 22).

El área de servicios esta compuesta por diferentes unidades de Ericsson España y diversas compañías formadas para atender las diversas actividades en el campo de los Servicios y es el próximo objetivo de la estrategia deslocalizadora de Ericsson España. Pero la actual iniciativa de Ericsson España de organizar el grupo en España en dos grandes compañías es claramente más ambicioso y, además de prometer la “homogeneización” de las condiciones para todos los empleados en el área de servicios, separa a esta compañía de su único cliente Ericsson España.

Estos Comités creen que la apuesta de Ericsson España con esta reestructuración, facilitada en grado sumo por la legalidad vigente, marca un punto de inflexión en la dinámica deslocalizadora de Ericsson al afectar a las actividades principales de la empresa en su mercado local como es el área de servicios. Las razones invocadas son cuestionables pero estos Comités no ven indicios que permitan una discusión seria de las posibles alternativas con la dirección de Ericsson por lo que dependeremos de la capacidad de movilización de sus trabajadores para alcanzar una solución que sea capaz de garantizar el futuro de Ericsson en España.

La dirección de la empresa ha destituido a un M1 por solicitar el cumplimiento de una directiva. El afectado, junto a otras 450 personas más, había firmado la petición que los Comités han entregado a Recursos Humanos para incluir dentro de rango a todos los empleados. Consideramos que esto constituye un ataque frontal a los derechos y las libertades básicas de las personas y apelamos a vuestra dignidad para responder contundentemente a esta nueva agresión empresarial.

Los Comités de Empresa de Ericsson España queremos denunciar estos gravísimos hechos que merecen nuestra mayor reprobación y que juzgamos intolerables, inaceptables, impropios e indignos de una empresa que se jacta de respetar a sus empleados. Ericsson, una vez mas, incumple sus propios principios mostrándonos claramente su total falta de respeto y su apuesta por una involución en la política de relaciones laborales por medio del uso sistemático de la coacción a sus empleados.

La forma en que se llevan a cabo los hechos agravan mas la ofensa si cabe, ya que este compañero fue avisado cuando se encontraba de vacaciones para mantener una reunión con los señores Juan Martínez Avial, director de RR.LL., Juan Dionis, director de Global Services, y Diego Garrido, director del FSC.

La explicación dada por Juan Martínez Avial, director de RRLL, ante los Comités de Empresa, ha sido que esta persona ha perdido la confianza de la dirección y no puede permanecer en su cargo. Ante esta situación, se ha solicitado una reunión urgente con Aranzazu Montes, directora de RRHH, y con Ingemar Naeve, CEO de Ericsson España. La respuesta a esta solicitud ha sido que “están de vacaciones” y que “se toma nota”.

Este tipo de acciones incumplen claramente el famoso Código de Conducta, que con tanto empeño se esforzaron en hacernos firmar a todos utilizando todo tipo de coacciones, lo que paradójicamente podría ser denunciable atendiendo al mencionado código. Esto nos demuestra su absoluta falta de ética y moral en cuanto afecta a las relaciones laborales.

Esta nueva actuación empresarial, que puede no ser la última según RRLL, da un claro mensaje sobre su visión de nuestra organización, donde los managers, además de no ser tenidos en cuenta en la toma de decisiones, tampoco son vistos como lideres de sus grupos sino como meros ejecutores burocráticos de ordenes de sus superiores. Ericsson España muestra una vez más que fuera de la mascara espectacular de las grandes declaraciones de principios y Códigos de Conducta no esta dispuesta a mostrar el más mínimo respeto por sus empleados, aunque la directora de RRHH, Aranzazu Montes, nos quiera convencer de lo contrario.

Estos comités consideran que este tipo de coacciones, junto con otras que se vienen registrando últimamente contra la representación sindical (prohibición de correo, control de tiempo sindical, etc.) y contra cualquiera que se atreva a exigir sus derechos (cláusula de renuncia al STI, firma del Código de Conducta), no son más que una parte de la estrategia que esta desarrollando la compañía para acometer el paso decisivo: la reunificación del área de servicios ya anunciado, en la desmantelación de Ericsson España. Esta empresa ha considerado esencial establecer una separación clara entre los empleados y sus mandos intermedios reservando a estos últimos el papel de gestores de la crisis que están creando, convirtiéndolos en meras marionetas con los que poder ejecutar los planes ocultos de la dirección.

La empresa no solamente ha hecho oídos sordos una vez mas a las demandas de sus empleados, sino que además ha empleado esta información para, haciendo una demostración de fuerza, enseñarnos su verdadero rostro. Bajo su mensaje de competitividad y responsabilidad social lo único que se oculta es una política suicida de reducción de costes a toda costa para cuya implementación no dudarán en utilizar todos los medios a su alcance incluida la represión de cualquier elemento discordante.

Ante esta ofensa a la libertad de expresión, los trabajadores, ahora mas que nunca debemos permanecer unidos, mostrando nuestra indignación y rechazo a esta agresión. Debemos demostrar que por mucho que se empeñen no pueden callar nuestras voces, y protestar enérgicamente por todos los medios a nuestro alcance. Los comités de empresa nos vemos obligados a iniciar acciones más contundentes que obliguen a esta compañía a reconsiderar sus políticas reaccionarias y a dotar de un plan de futuro a Ericsson en España. Te pedimos que no te rindas, que pienses por ti mismo, y que aproveches cualquier oportunidad para mostrar tu solidaridad con los compañeros, o tu descontento y disconformidad con estas decisiones empresariales, que nos perjudican a todos y que solo unidos podemos afrontar.

Hace ya tres meses que se firmo el preacuerdo de viajes internacionales. Desde entonces no ha habido negociación sobre los puntos pendientes del mismo ni tampoco la empresa ha dado los pasos necesarios para su desarrollo exceptuando una directiva que refleja alguno de los acuerdos. Es un buen momento para hacer una valoración del acuerdo y ver que se ha mejorado, que se ha quedado fuera y que queda pendiente todavía de mejorar.

Este preacuerdo es el resultado de un proceso que se inicio en otoño de 2003, cuando el Comité de Empresa, atendiendo a las demandas de los trabajadores, intentan iniciar una negociación a este respecto. Tras varias reuniones de negociación la empresa publica una directiva en la que únicamente se recoge una tímida subida de los conceptos de “Hardship” a los países de riesgo, rompiendo prematuramente la negociación.

A finales de 2004, la dirección de Recursos Humanos accede a sentarse en una mesa de negociación con los nuevos Comités de Empresa elegidos en junio. Uno de los temas que los Comités incluyen en la agenda es la negociación de un Acuerdo sobre desplazamientos, que comienza en enero de 2005. La colaboración de los trabajadores con desplazamientos frecuentes fue fundamental para preparar una propuesta de acuerdo adecuada.

El proceso de negociación se desarrollo lentamente durante varios meses que sirvieron para que las direcciones representadas en la mesa tomaran conciencia de la verdadera magnitud del problema. No obstante, hasta que el conflicto no se hizo real, en relación con un viaje a Liberia, la empresa quiso a dar los pasos necesarios para llegar a un acuerdo. Este conflicto se plasmo en la solicitud de garantías de seguridad por medio del Comité de Seguridad y Salud, una denuncia a Inspección de Trabajo y sobre todo a la decisiva presión que ejercieron algunos compañeros al negarse a realizar este viaje en condiciones cuanto menos muy poco adecuadas y que incluso en algún caso les ha llevado a abandonar la empresa.

El preacuerdo conseguido después de tantas vicisitudes y presiones por parte de RRLL, ha conseguido unos mínimos que se indican en el cuadro resumen adjunto. Pero quizás lo más importante es que constituye el primer acuerdo firmado con Ericsson en mucho tiempo en relación con las condiciones laborales de sus trabajadores. La existencia de un acuerdo hace que las condiciones establecidas no pueden ser modificadas unilateralmente por la empresa garantizando unos mínimos para todos. También es muy importante la creación de una Comisión Paritaria de viajes que tiene como misión el seguimiento de los desplazamientos, así como la identificación y seguimiento de las acciones necesarias para el desarrollo y mejora de los mismos.

Por el camino se han quedado algunos puntos importantes sobre los que la empresa parece haber perdido interés:

• La negociación de una regulación de las condiciones de los desplazamientos nacionales, que el director de Relaciones Laborales se comprometió a continuar en una mesa aparte. Ante la falta de interés empresarial y el importante número de personal afectado, estos Comités han entregado una propuesta para la regulación de los desplazamientos nacionales.
• La negociación en una mesa aparte de una regulación de las condiciones de los desplazamientos de larga duración.
• Medidas relativas a tiempo de trabajo durante los desplazamientos, que se consideró serian recogidas en un acuerdo especifico sobre jornada sobre el cual las negociaciones no se ha alcanzado un acuerdo.
• Medidas adicionales de apoyo relacionadas con la rotación y planes de formación, que igualmente se sacaron fuera del acuerdo a petición de RRLL para tratar en otras mesas de negociación.
• La inclusión del Ministerio de AA.EE. y otros organismos como fuente de referencia para el establecimiento mas objetivo de los niveles de riesgo. Las diferencias en este aspecto son las que han provocado que se haya firmado un "preacuerdo", no se llegara a un acuerdo hasta que este punto no se aclare.
• Trayectos de mas de 6 horas que han de ser realizado en primera clase o superior para el transporte terrestre y en business class para transporte aéreo, que la empresa se comprometió a estudiar, aunque todavía no hemos recibido una contestación al respecto.

La negociación ha sido útil también para establecer el derecho a la acumulación de las horas de lactancia, punto este que inicialmente incluido en este acuerdo la empresa ha comprendido su valor extendiéndolo a la totalidad de la plantilla.

Esperamos que este preacuerdo sirva para mejorar las condiciones de los desplazamientos y para ello os pedimos que lo conozcáis y exijáis su cumplimiento a vuestros responsables notificándonos cualquier dificultad que puedan plantearos para tomar las medidas oportunas. También os pedimos que nos ayudéis a concienciar a la dirección sobre la importancia de resolver los problemas pendientes (desplazamientos nacionales, tiempo de trabajo sobre desplazamientos, rotación, formación, niveles de riesgo, business class) para que la empresa se siente a negociar en serio estos temas y se busque una solución completa a los mismos.

Una solución a medias no es solución por un acuerdo que cubra todos los aspectos de todos desplazamientos